En Valencia, como en todas las ciudades, hay barrios más pijos, más obreros o más modernos que otros y hay barrios donde se concentran más actividades políticas, culturales o espacios liberados/alternativos. En nuestro caso estos espacios y eventos parecen repartirse entre el Carmen, Cabanyal y Benimaclet. Este último goza de mucha popularidad entre las personas jóvenes debido a su proximidad a dos de los tres campus de la UV. Nosotras mismas hemos realizado actividades varias veces en el CSOA L’Horta, La Rebel o La Tapadera en Benimaclet, pero a veces parece que no exista mundo fuera de Benimaclet y mucho menos fuera de la ciudad. Entendemos por que sucede esto y hemos sido partícipes de ello, nadie quiere arriesgarse a un evento vacio puediendo asegurarse cierta afluencia organizándolo en el “epicentro revolucionario” de Valencia. Pero con una población de 30k frente a 790k en la ciudad de Valencia o 1605k contando el área metropolitana, quizás no estamos distribuyendo nuestras actividades correctamente, además de no estar apoyando centros liberados que existen o podrían existir fuera de Benimaclet o la ciudad.
Una experiencia reciente muy positiva para nosotras fue una proyección que organizó una compa en Olocau, un pueblo de 900 habitantes, que tuvo una asistencia sorprendentemente alta, más alta que muchos eventos parecidos en Valencia. No sabemos si achacarlo a la sobrecarga de eventos en Valencia, un evento en Olocau es algo más excepcional y quizás por eso la gente va más. Independientemente del motivo, la cuestión es que la mayoría de la gente no vive en Valencia y mucho menos en Benimaclet y quienes viven fuera de Valencia (aunque no fuesen la mayoría) también asisten a eventos, se conciencian y tienen derecho a una oferta cultural y social alternativa.
Contra el centralismo, contra las ciudades y contra la gentrificación.
Por los barrios, pueblos y comunidades y por un ocio y cultura bien repartido.